Salida esta mañana hacia Ohrei, pasando por el impresionante «Circo Estatal de Chisináu» e incluso por un avión accidentado al lado de la carretera.
Desayuno en la panadería Marcu de Peresecina. Magnífica decoración (¡es Semana Santa!) y deliciosa plăcintă, un pastel tradicional rumano, moldavo y ucraniano.
Visitamos el monasterio ortodoxo de Curchi, sin duda uno de los más bellos de Moldavia, enclavado en una exuberante vegetación.
Nos dirigimos a la región de Orheiul Vechi, donde los tártaros se asentaron a principios del siglo XIV. Aquí tenéis algunas fotos de las casas tradicionales.
Visitamos el santuario en Old Ohrei y disfrutamos del magnífico paisaje y las vistas de la Cruz Vieja.
Excursión organizada por nuestra guía Ecaterina y Moldova Tours.
Delicioso almuerzo en Old Ohrei (Eco Resort Butuceni), con especialidades tradicionales moldavas: albóndigas cighiri y pelmeni.
Visitaremos las bodegas de Cricova, una auténtica ciudad subterránea con más de 120 km de túneles, bulevares, calles y semáforos. ¡Viajaremos en coche eléctrico! Fundada en 1952, actualmente cuenta con más de 1,3 millones de botellas de vinos espumosos y clásicos, algunos de ellos muy añejos.
* Advertencia: El abuso de alcohol es peligroso para la salud.
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Continuamos el recorrido por las Bodegas Cricova, una auténtica ciudad subterránea con más de 120 km de túneles.
* Advertencia: El abuso de alcohol es peligroso para la salud.
Llegamos a la zona de catas, donde se encuentran varias salas magníficas: la sala de conferencias, la «Casa Mare», el «fondo del mar».
Por suerte, tuvimos la oportunidad de hacer la cata en la sala más hermosa.
Por cierto, ¡incluso encontramos una capilla ortodoxa en el pasaje subterráneo!
* Advertencia: El abuso de alcohol es peligroso para la salud.
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De regreso de Cricova, visitamos el imponente Monumento a Vladimir Lenin en Yango (no hay Uber aquí), cerca del lago «Lacul Valea Morilor», donde se puede ver una estatuilla preciosa (¡pequeñísima!) de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry.
Luego subimos por la magnífica Escalera de la Cascada hasta la Rotonda para disfrutar de una magnífica vista de los alrededores.
Pasamos por el MNEIN, el Museo Nacional de Etnografía e Historia Natural de Chisináu, la capital de Moldavia.
Construido en el siglo XIX, su estilo es claramente persa-oriental.
Por desgracia, llegamos tarde y estaba cerrado.
Esta noche estamos en el estupendo restaurante «La Șezătoare» en Chisináu, Moldavia.
Decoración tradicional, especialidades locales moldavas, nada de qué quejarse, todo estaba perfecto.
También disfrutamos de una cerveza rumana Timisoara (de Timisoara) y un vino tinto moldavo Fetaasca Neagra Saperavi, pero como siempre, tengan cuidado porque el abuso de alcohol es peligroso para los Cheers.
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