Esta noche, ¡nuestro primer restaurante en Chisináu, Moldavia! No habíamos reservado, pero es muy recomendable.
Para empezar, el local es MAGNÍFICO, el personal es súper amable, el ambiente es fantástico y esta noche suena música moldava.
Para esta primera comida, pedimos varias especialidades moldavas y, francamente, están deliciosas, son muy, muy abundantes y mucho más baratas que en Francia.
De entrante, pedimos Plăcintă, un pastel tradicional rumano, moldavo y ucraniano, y hojas de parra.
Varios platos principales, ya que queríamos probarlo todo: pollo, verduras y pimientos asados. En cuanto a las bebidas, tengan cuidado: el abuso del alcohol es perjudicial para la salud. Tomamos una cerveza rubia local de Chisináu, un vino tinto moldavo, Fautor – Aurore (Fetească Neagră y Tempranillo), que estaba realmente excelente… luego un espresso clásico y un Divin Călărași, que podría decirse que es el equivalente al coñac francés.
Veredicto: Lo recomiendo muchísimo.
https://www.instagram.com/p/DKz5c7OMh7o/
Vamos a aprovechar al máximo nuestra primera noche en Chisináu. Nos dirigimos al Gran Parque en el centro de la capital y pasamos por el Escobar Cocktail Bar.